No sé qué les ha atraído a mi nuevo emplazamiento. Hay un montón de asientos libres pero se sientan en el suelo, a la altura de las puertas de acceso. Parece que su mal rato ha pasado aunque la chica del pelo azul sigue destemplada pese a los mimos, maternos y amantísimos, que le procura su compañera, la del collar canino. Reclama una hora de sueño. “Solo una hora y estaré nueva”. Los demás asienten y se piden la misma receta. Están bien informados. Saben dónde conseguir una cama gratuita en Madrid. La movida promovida sabe cómo tratar a sus cachorros. ¡Todos bien colocados! Jagger pregunta: “¿quién quiere pillar y cuánto?”. Despliega en su móvil una lista de proveedores. Jagger tiene unas facciones exageradas pero es resultón. Y buen gestor. Su vocabulario delata que ha tenido una buena educación. Y sus ropas, que no le falta de nada. En mis años mozos, este perfil, frecuentaba SEX, en King’s Road, la tienda de Vivienne Westwood y Malcolm Mc Laren. En el colectivo se ven botas Martens y zapatillas sneakers, mensajes veganos prendidos con imperdibles a sus camisetas. Y peinados de todo tipo: trasquilones y flequillos tapaojos. Colas de caballo multicolor. Crestas… (CONTINUARÁ)