Lo que no se puede olvidar es el miedo al miedo. El asco de volverse repulsivo. La incapacidad de evitar la impotencia. Ni tampoco el terror de ser dominado como un niño, de ser manipulado. El temor de convertirse en un ser distinto al de ahora, de pensar de otra manera o incluso de dejar de pensar.
En el artículo citado en el Dictado 086, también se hacía referencia a otro libro: La estatua, de François Jacob, Premio Nobel de Medicina Fisiología en 1965. Y que editó Tusquets, en 1989, cono número 17 de su Serie Metatemas, que dirigía el añorado Jorge Wagensberg. De este procede el texto. Las próximas vacaciones, justifican estos dos dictados consecutivos. No todo puede ser diversión.
La ilustración de la cubierta es un detalle del gouache Simulation objective de René Magritte.