Camino sin rumbo. Es mi gimnasia. Fotografío lo que está a mi paso. Lo hago para darle consistencia a una acción desinteresada. No obstante, grata. Es la forma de llevarme bien conmigo mismo. Descaso de este ejercicio con la lectura de libros escritos por flâneurs que tienen el don de la palabra: Baudelaire, Benjamin, Honoré, Neruda, Queneau, Umbral, Walser... Acabo de conocer uno nuevo: Daniel Córdoba-Mendiola que acaba de publicar "El mundo en 25 miradas" (LIBROSDEVANGUARDIA). Daniel conoce el paño y tiene un estilo propio. Una mirada diferente.
Unos levantan pesas, otras pasean el perro, otros solo pasean... Y todo ocurre en el mismo espacio. Y al mismo tiempo.