Aquí termina la historia del canario Claret, entre barrotes, flores y pájaros, como la de casi todos los que tenemos esta suerte.
Aquí, en el primer edificio construido por el arquitecto zaragozano José de Yarza Echenique.
Aquí termina la historia del canario Claret, entre barrotes, flores y pájaros, como la de casi todos los que tenemos esta suerte.
Aquí, en el primer edificio construido por el arquitecto zaragozano José de Yarza Echenique.