El niño del coche sostenible se ha ido andando con su abuelo y me he quedado solo y, sin sentido del ridículo, me he puesto a dibujar sobre la chapa oxidada con unos frutillos de color naranja que he ido arrancando de un arbusto ardiente que crecía junto al ciprés. ¿No sé qué les parece a ustedes? Yo aquí veo la Maja desnuda. Eso sí, antes he visto las estrellas pinchándome con la jodida piracanta.