No hace mucho tiempo había, en una pequeña aldea de la India: Patangarh, un chico que dibujaba muy bien. Pertenecía a la tribu gond que tiene un estilo muy particular de dibujar en el que importa más lo que significan las cosas que su forma, tamaño o color real. Este chico se llama, porque vive, Bhajju.
Muy lejos de la India, en Inglaterra, un señor pensó abrir un restaurante de cocina india y se le ocurrió que los típicos dibujos de los gond quedarían muy bien en las paredes de su restaurante. Alguien le habló de Bhajju y, sin dudarlo, le envió una carta con dinero y un billete de avión para que viajase a Londres para pintar su nuevo restaurante.
Bhajju no había salido nunca de su aldea ni hablaba ningún otro idioma que el hindi pero era espabilado y voló hasta Londres y se defendió muy bien en la gran ciudad, mejor que lo haría yo en su aldea. Triunfó con su trabajo y disfrutó de sus ratos libres admirando las rarezas de otra civilización: los aviones le parecían elefantes voladores y el bus, un perro y él mismo se veía como un pulpo delante de acomida, en un restaurante.
EL LIBRO DE LA SELVA DE LONDRES, Bhajju Shyam. Editorial Sexto Piso.