Recuento 43

Lo que más me gustaba de la merienda era el chocolate. También el pan, pero sobre todo el chocolate. Me sigue chiflando el chocolate. El pan lo compartía con los pájaros, esas aves pequeñas, como el gorrión. Me divertía echarles miguitas y ver cómo se afanaban en atraparlas con sus picos. A veces varios pájaros peleaban por una sola miga. Un día (esto no se lo he contado a nadie) vi un pájaro invisible. Ya sé lo que estás pensando: que soy un mentiroso. Pues sí, soy un mentiroso pero lo que te cuento es un cuento verdadoso. Sé que era un pájaro invisible porque vi cómo se comía la miga. La miga se fue haciendo cada vez más pequeña, mientras era zarandeada con unos vaivenes que me eran muy familiares.

Drôle d'oiseau es un cuento de Jennifer yerkes. La naturaleza es de todos. Las creencias, de cada uno.