He sugerido en Mis adarmes que las grandes esculturas de Auguste Rodin mejoran cuando se las contempla sobre un fondo neutro. Mantengo lo dicho para la visión global, pero también hay otras posibilidades de disfrute. Ampliando bestialmente una fotografía, acabo de descubrir la magia del detalle y la belleza que esconde, aunque la veamos desenfocada.