La modernidad profesa culto a lo nuevo y una alergia a la vieja virtud. Y, en nombre de la autenticidad, ídolo de la edad moderna, se interesa por los aspectos turbios de la vida y explora la experiencia de lo vulgar, lo perverso y lo feo, también en el estilo. Surge así una literatura que presume de exhibir la miseria de la condición humana y rebaja el estilo a una vulgaridad buscada, estudiada, incluso afeitada. Hoy se impone por todas partes el naturalismo, que podría definirse como una naturalidad sin arte, una vulgaridad sin selección, muy veraz pero muy poco artística.
Primer dictado del nuevo curso que comienza hoy. Es un párrafo de una respuesta de Javier Gomá a la pregunta de Blanca Berasátegui en una entrevista, publicada en EL CULTURAL DEL MUNDO 13 - 19 de septiembre de 2019, en torno al último ensayo, Dignidad, publicado por el filósofo en Galaxia Gutenberg.
Lector y fotógrafo. Una sola persona. Un tipejo que pretende ser verdadero. Sobre una fotografía de las páginas interiores, doblada, la portada de la citada revista: una caricatura de Javier Gomá, ilustrada por Ulises.