El poder es una institución social como el lenguaje: existe en todas las sociedades y no depende de la voluntad del individuo la forma que adopte. Para que cumpla su función es necesario que la tribu, grande o pequeña, acepte tácita o explícitamente sus condiciones. A esto lo llamamos legitimidad. Las fuentes de la legitimidad en la historia humana son muchas, aunque no infinitas: manda quien lanza la flecha más lejos; manda quien logra vencer en un combate o prueba y se casa con la mujer que representa ese poder; manda quien pertenece a una familia determinada; manda el que gana en el ritual de unas elecciones…
Fragmento del capítulo “La guerra de papel” del libro “IMPERIOFOBIA Y LEYENDA NEGRA. ROMA, RUSIA, ESTADOS UNIDOS Y EL IMPERIO ESPAÑOL” de María Elvira Roca Barea. Editado por Siruela Biblioteca de Ensayo.
Sesgo. Collage. Cryp.