Wang Fuman tiene ocho años, vive en una zona rural del sur de China donde hace mucho frío, nueve grados bajo cero, pero no falta nunca a la escuela que dista hora y media de su casa. No he podido evitar hacer la foto de la foto, que su maestro divulgó en las redes sociales, en la que Wang, como un príncipe, está coronado por la nieve. Hablando de príncipes, me ha gustado mucho la columna que hoy firma Fernando Savater en El País.
https://elpais.com/elpais/2018/02/01/opinion/1517509030_338717.html