Nada me gustaría más que estar ahora en Málaga y acercarme a la Sala del Rectorado para acompañar a mi admirado Francisco Ferrer Lerín en la inauguración de la exposición que, a su persona y obra, le dedica la Universidad de Málaga. Pero no puede ser. El médico me tiene cautivo y el que manda ya se sabe. Estaré de corazón, que eso no me lo han prohibido. Y si no es a la inauguración, ya encontraremos el momento de escaparnos para ver la exposición.
https://www.uma.es/servicio-cultura/noticias/ferrer-lerin-un-experimento/
Mi ordenador, y mi archivo fotográfico, está peor que yo. Está en la UVI. Por eso recurro a esta fotografía de la escultura de Ramón y Cajal, realizada por Víctor Ochoa Sierra, que preside la entrada al Centro Superior de Investigaciones Científicas. Algo hay aquí de experimento. Eso al menos es lo que piensa el gato.