Dictado 054

Nunca me siento tan yo misma como cuando tomo un baño caliente. Me tendí en aquella bañera, en la planta diecisiete de aquel hotel sólo-para-mujeres, muy por encima del ajetreo neoyorquino, durante casi una hora, y sentí cómo volvía a ser pura.

Este fragmento pertenece al libro La campana de cristal de Sylvia Plath, Editorial Edhasa, 2012.