75 aniversario de la muerte de James Joyce
-¿Sabe usted que desde el 24 de agosto de 2015 no nos ha puesto ningún dictado?
-Tiene usted razón. No perdamos ni un segundo: ¡pluma y papel!
-Siempre nos dice lo mismo.
De una caja abierta sobre la mesa con tapa de mayólica sacó un diminuto cono negro, de un pulgar de alto, lo colocó sobre su base circular en una pequeña placa de estaño, colocó la palmatoria en el ángulo derecho de la repisa de la chimenea, extrajo del chaleco la hoja doblada de un folleto (ilustrado) titulado Agendath Netaim, desdobló la misma, la examió superficialmente, la enrolló hasta hacer un delgado cilindro, le prendió fuego en la llama de la vela, lo aplicó cuando prendió al vértice del cono hasta que este último alcanzó el grado de rutilancia, colocó el cilindro en el pie de la palmatoria disponiendo la parte no consumida de tal manera que facilitara su combustión total.
Este texto pertenece a Ulises de James Joyce, traducido por Francisco García Tortosa y María Luisa Venegas Lagüéns y está editado por Cátedra.
Pequeño detalle de una fotografía de Manel Franquel