Museos y salas de exposición tienen dos actitudes opuestas respecto a permitir hacer fotografías: sí o no. No quiero llegar a una simplificación, menos a una clasificación entre retrógrados y progresistas. ¡Que nos asista la razón! Hay que respetar que cada cual gobierne su casa como mejor le parezca. Pero pongamos las cosas en su sitio. El visitante paga, de una u otra manera su entrada. ¿A qué le da derecho? ¿Solo a ver en ese momento? ¿Y a recordar? La fotografía es una extensión de nuestra memoria. Mientras no se moleste al resto de visitantes con flashes y trípodes, o se rompa el silencio con "clics". Mientras no se transgreda la ley, la protección de derechos de difusión ¿qué inconveniente puede haber en hacer fotografías? En la exposición Diálogo de miradas, en La Aljafería, sí permiten hacer fotografías sin flash ni trípode y gracias a ello puedo recordar detalles de una imagen de uno de mis fotógrafos favoritos, Irving Penn. Esa portada que hizo para Vogue en 1950 protagonizada por la modelo Jean Pratchett, quien luce un vestido de Larry Aldrich, un sombrero de Lilly Dache y un velo que, no sé de quién es, le añade una magia especial a la fotografía. No se pierdan esta exposición esencial de maestros de la fotografía.
Foto de la foto de Irving Penn. Nuevo encuadre, desde un punto de vista desplazado de su centro y con reflejos.