Desde el burladero observo impasible cómo una avispa, con el tamaño y la cabeza de un toro, cornea a Popeye con su asta derecho astillado. En un instante mi sensibilidad se transforma. De no sentir nada paso a sentir una quemadura terrible, como si una brasa me atravesara. Me despierto empapado y con taquicardia. Odio l'estate.
Recuerdos en color:
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