La sal de la tierra es un bonito título. Tanto que hay dos películas que lo comparten. La de 1954 de Herbert J. Biberman y la de 2014 de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado. La primera trata de una huelga de mineros en Nuevo México. La segunda, sobre el fotógrafo Sebastiao Salgado. Aunque son dos películas distintas tienen algo en común: la importancia de la mujer. No quisiera caer en el tópico pero ¿cómo decir que detrás de Sebastiao hay una gran Lélia?