La foto de su hermano ha desaparecido. Abres la puerta del ropero. Las perchas están vacías. Las agita la corriente de aire que entra por la puerta abierta, y tintinean como campanillas de hojalata. En un rincón queda un par de zapatos, pero tan gastados que se ve el suelo a través de las suelas. Se ha ido. Hay una botella de jerez caída y vacía. JOHN CHEEVER Diarios.