Morirse

Ha venido a casa un pintor muy simpático. Es pelirrojo y luce un bigote, como una brocha canaria, que no permite ver el estado de su dentadura. Me gusta mucho la radio portátil que lleva y que forma parte de sus herramientas. Nada menos que un Standard Boy Transistor 200, un modelo de Grundig que se trajo su padre de Alemania, allá por los sesenta. Como este fin de semana no ha venido su dueño, he aprovechado para verla con detenimiento. Tiene más gotas de pintura que un Pollock y está perfectamente mimetizada con la escalera, de la que pende. La he puesto en marcha. En Radio 3 dedicaban el programa La madeja a Wilko Johnson. Tiene cáncer. No le salva ni Doctor Feelgood, pero está animoso y con las ideas muy claras. Sabe que va a morirse y no se quiere perder ni un rayo de sol.

http://media7.rtve.es/resources/TE_SLAMADE/mp3/0/6/1375633381560.mp3