Camino de El Corazón Verde, para acompañar a Ernesto en la presentación de su "Esporádico", me he sentido saeteado por infinitos corazones, promoción de la que se avecina. Como no tengo otra arma de defensa que la fotografía les he disparado con mi Lumix. Unas veces le he atinado yo. Otras, ellos. En este caso he visualizado mi dolor con un garrampazo, con un rayo de alta tensión. No sé cómo llamar a este corazón. ¿Libra, lazo, ele?