Nulla dies sine linea

En la guarda del libro de las jirafas y mariposas había un frase que no entendía. Mi padre, tampoco. Mi madre decía que era latín y que se lo tendríamos que preguntar a un cura. Una pulmonía doble obligó a llamar al médico y también al cura. Por fin llegó la solución: "Ningún día sin línea. Vamos, que todos días tienes que leer algo, pero cuando estés bueno". Salí de aquella de milagro y con mucha penicilina. Soy alérgico a la penicilina pero tolero bien las letras. No se puede tener todo.