"La ciudad está en el último desfallecimiento, inútil y tullida para sublevar a sus moradores; tanto, señor, que se atollan el discurso y la arismética al querer apurar qué adarmes o qué minutos de alimento les pueden tocar a cuatro mil vecinos, sin viudas, frailes ni canónigos, que tiene Salamanca, de dos vacas únicas que se pesan en sus carnicerías de veinte y cuatro a veinte y cuatro horas."
DIEGO DE TORRES VILLARROEL
Me da cierto corte pero voy a presumir de dedicatoria. De la que me llega desde el blog "De profesión incierta" de mi amigo José Luis Cano. Me ha gustado mucho que se acuerde de mí en su particular adarme de Vida, de Don Diego de Torres Villarroel. Don Cano siempre lee lo que hay que leer, y cita lo que hay que decir, en el momento oportuno. ¡Un lujo!