La presentación de la cuarta reedición de "El testamento de amor de Patricio Julve", ayer, en El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, fue mucho más que un acto promocional. "Un homenaje a la palabra escrita", dice S. Campo. Y así fue, si añadimos "... a la amistad". Con ese espíritu asistí como convidado de piedra, con el propósito de no hacer ni una foto. Casi lo conseguí. El pecadillo fue ésta que aquí ven: no me pude resistir a fotografiar a la fotógrafa Aloma.
Me perdí muy buenas ocasiones: los ojos de Chusé Raúl Usón invadidos de lágrimas al recordar a Félix Romeo. Los rostros sinceros y felices de los amigos. O, los complacidos hilos de San Pedro. Hice bien en no ir de fotógrafo. Nunca hubiera conseguido la fotografía que, firmada por José Miguel Marco*, publica hoy Heraldo de Aragón. No se la pierdan. Antón está perfecto y el detalle de las dos rostros femeninos sincronizados es de premio.
http://antoncastro.blogia.com/2011/110402-epilogo-a-el-testamento-de-amor-de-patricio-julve-.php
* Dicha fotografía de José Miguel Marco solo la he visto en la edición impresa de Heraldo de Aragón 5/11/2011.