“No hay amor sin dolor –señala-. He sufrido Zaragoza, que es una ciudad destructiva con los que estamos aquí, y a la vez siento una atracción especial, un inmenso cariño por ella, por eso la pinto tanto. En mi relación con Zaragoza hay una porción de dolor y placer, pero es mi ciudad. Vivo aquí. Es más: cuando empiezas en la pintura sueñas con ser famoso, alcanzar un prestigio nacional, rebasar fronteras con tu obra, pero ahora solo deseo pasar a la historia como un pintor local, como un pintor de Zaragoza. Sería mi mayor triunfo”. EDUARDO LABORDA
Surfeo por Ailanthus Zity y encuentro a Eduardo Laborda, quien buceó en "Zaragoza. La ciudad sumergida" y sacó a flote los pecios de este barco hundido por el olvido.