Maestro Duce

No voy a escribir nada nuevo sobre José Antonio Duce a quien tengo un gran respeto. Ya lo ha hecho Antón Castro, a lo lardo de los años y, hoy, sin ir más lejos, en sus "Cuentos del Domingo", en Heraldo de Aragón. Cuando hablan los maestros, los discípulos "a callar".
Duce ha cumplido uno de sus sueños, iniciado hace cuarenta años, cuando publicó un libro sobre una Alfafería medio destruida, que no tiene nada que ver con el espléndido monumento que es hoy.