Conocí a Paula en los Porches de la Plaza San Francisco, justo ahí donde ahora está Paco Cálamo, en la entrada anterior de este blog. Allí le tomé la primera fotografía que evidenciaba su belleza. Hoy que conozco más a Paula puedo hablar de su belleza interior, pero no lo haré. Sólo mostraré esta fotografía sorpresa que le he disparado cuando se dirigía veloz a su bicicleta aparcada en el Coso.