Sus nóminas son jóvenes y sus planes no son de pensiones. Tienen talento y energía. Les ha tocado un momento difícil para vender megas, que es a lo que se dedican, porque el mercado está saturado y el cliente no tiene ganas de escuchar milongas. Tienen conciencia de equipo. Se reparten el pastel y cuando toca descanso, tocan palmas.