Visito la exposición "Deporte y Arqueología en el Mediterráneo Antiguo" que me proporciona un grato reencuentro con un viejo amigo.
En mayo del 68 me encontraba en Teruel fotografiando a Hércules, dibujado en un fragmento de cerámica.
En aquellos tiempos, lo revolucionario era disparar con TRI X 400 forzando la sensibilidad a 1600 ASA para conseguir, tras un prolongado revelado, una imagen de alto contraste.
Me ha hecho mucha ilusión volver a ver la misma pieza, cuarenta años después, junto a una fotografía de Hércules en alto contraste, como motivo ornamental de la exposición.
He venido corriendo a rebuscar en el baúl de los recuerdos por ver si conservaba la ampliación 30x40 que durante diez años estuvo colgada en mi biblioteca. Et voilà!
El contenido de la muestra hace reflexionar: ¿Acertaban los griegos otorgando un único premio simbólico, como la corona de laurel, a los vencedores de las pruebas olímpicas? ¿La liaron los romanos poniendo en nómina a los atletas?