- ¿Qué tal, Daniel? ¿Qué haces?
- Soy arquitecto.
- ¿Y tú?
- Soy pianista en un burdel*.
- Uhmmmm. ¡Peligrosillo! ¡Peligrosillo!
Cada proyecto de Daniel Olano es apasionante como un lanzamiento espacial. No sólo este edificio para la Cooperativa del taxi.
Me gustaría fotografiar a los arquitectos de Ailanthus City. Aún no le he dicho nada a Daniel.
* Periodista. Publicista... Eran carreras muy mal vistas. Por eso se decía: "No le digas a mi madre que soy publicista, dile que trabajo de pianista en un burdel". Juan Luis Cebrián ha utilizado esta frase para titular su último libro. ¡Ahora, que estamos tan bien vistos!