Muro/muero con cristales rotos
El primer muro que salté en mi infancia estaba rematado por unos maravillosos cristales rotos.
Por eso no tengo un mal recuerdo, todo lo contrario. La imagen sigue acompañada de la fascinación por lo prohibido sumada al encanto que siempre ha tenido para mi la luz y el color.
No poseía la mínima iniciación artística ni nadie, que yo recuerde, me había contagiado la enfermedad. Creo que estas cosas son de nacimiento.
Mis amigos, más expertos, me hicieron coger una tusa redondeada con el fin de, una vez arriba, "allanar el camino".
- ¿Qué haces?
- ¡Date prisa, que nos van a pillar!
A caballo, en un tramo ya pulido por mis malas compañías, yo me extasiaba con los brillos y transparencias que acontecían en aquellos fragmentos.
Eran preciosos. Yo conocía su procedencia: una fábrica de sifones. Allí los había visto con luz fluorescente pero ahora, con luz solar, dejaban de ser vidrios rotos para alcanzar el nivel de joyas.
Verde botella. Ámbar. Azul turquesa...
Gloomy Sunday
http://www.youtube.com/watch?v=FRh899uoCJM&feature=fvw